Monos que perpetúan su especie
Los monos son todos mamíferos. Desde esta afirmación, se sabe que ellos tienen descendencia mediante reproducción sexual: el macho deposita el esperma en el cuerpo de la hembra, lo que produce el desarrollo de un embrión en su interior y el posterior nacimiento.
Los primates, y los monos no son la excepción, dependen en gran medida de su madre durante las primeras semanas de su vida. Madre y cría pasan mucho tiempo juntas durante varios meses o años, y establecen un vínculo muy cercano. No es extraño observar a hembras con una o más pequeñas crías sobre su espalda o sujetas firmemente en la parte inferior de su cuerpo.
La reproducción incluye un ritual de cortejo, la cópula, la gestación, el parto y el cuidado de las crías.
Los hábitos reproductivos de los monos varían según el género o la especie. La reproducción incluye un ritual de cortejo, la cópula, la gestación, el parto y el cuidado de los pequeños. La mayoría de los monos son criaturas muy sociables, y suelen vivir en grupos mixtos compuestos por machos, hembras y crías. En algunos casos existe un macho dominante y es el que tiene el derecho de aparearse con las hembras del grupo. En otros casos, la hembra receptiva es quien decide con quién aparearse.
Para atraer a una pareja, los monos usan diversas tácticas de cortejo. Toma el ejemplo de algunos cercopitécidos o monos del Viejo Mundo, que tienen unas protuberancias de llamativos colores en la parte posterior de su cuerpo, llamadas callosidades isquiáticas, las cuales en época de reproducción suelen aumentar su tamaño o intensificar su color en pos de mostrar dominación o exhibirse ante el sexo opuesto.
El período de gestación de los monos no suele durar más de 8 meses, pues la mayoría de las especies se gestan durante 4-6 meses. Así como en el ser humano, las hembras dan a luz con frecuencia una única cría, y en algunos casos nacen 2. Específicamente, los monos del Viejo y Nuevo Mundo pueden tener de 1 a 2 crías, pero este número aumenta a 1-3 para los monos más pequeños: los titíes y los tamarinos.
Mira el caso del mono araña negro o mono araña de cara roja (Ateles paniscus). Es un mono del Nuevo Mundo que alcanza la madurez sexual en torno a los 4 o 5 años de edad y experimenta un período de gestación de 226 a 232 días, es decir, unos 7.5 meses. La hembra del gelada (Theropithecus gelada), mono del Viejo Mundo, muestra su parte trasera al macho cuando se encuentra en celo, y espera a que él se acerque a ella para copular hasta 5 veces al día. Como ves, cada especie tiene hábitos reproductivos especiales.
Cuidado de las crías
Los pequeños monos pueden nacer con colores diferentes a los de sus padres, o con una anatomía que cambia conforme crece.
Algunas hembras dan a luz en cualquier época del año y otras lo hacen en una temporada especial. En el caso del mandril, el nacimiento se produce por lo regular entre enero y mayo, puesto que el apareamiento suele ocurrir de junio a octubre.
Los pequeños monos pueden nacer con colores diferentes a los de sus padres, o con una anatomía que cambia conforme crece. ¿Conoces al mono narigudo? Entonces ya sabes que esta especie es fácilmente identificable por la gran nariz que sobresale en su rostro. Pero jamás verás un recién nacido con tal nariz, pues esta aumenta su tamaño con el paso del tiempo y es hasta su adultez cuando obtiene su forma definitiva. La hembra pare durante la noche o la madrugada.
Las crías son cuidadas por la madre y a veces son ayudadas por el macho o por los miembros del grupo social al que pertenece. La hembra lo asea, lo transporta sobre su espalda o bajo su cuerpo y lo alimenta con leche materna durante algunos meses, hasta que puede sobrevivir enteramente con alimentos sólidos.
Una curiosidad es que las crías de los titíes y los tamarinos son cuidadas con mucho espero por los machos. El padre de un pequeño cumple un papel fundamental en el desarrollo y la supervivencia del monito, y a menudo solo se aleja de él cuando es necesario que la madre lo amamante. Los demás miembros del grupo también participan en el cuidado, y es que para las hembras de algunas de estas especies el cuidado de las crías requiere una gran cantidad de trabajo y energía.
Los monos tienden a tener largas expectativas de vida, en comparación con otros animales como los insectos. Esta expectativa se sitúa entre los 10 y los 50 años, en función de la especie de la que se trate.