Género Saimiri
Existen 5 especies de monos ardilla: mono ardilla de América Central (Saimiri oerstedii), mono ardilla común (Saimiri sciureus), mono ardilla de Geoffroy (Saimiri ustus), mono ardilla boliviano (Saimiri boliviensis) y mono ardilla de Vanzolini (Saimiri vanzolinii). Todos son primates del Nuevo Mundo y hace unos años se les clasificaba en solo dos especies separadas.
Orden: Primates
Familia: Cebidae
Género: Saimiri
Descripción
Son pequeños monos de apariencia grácil que varían en tamaño, pero los machos adquieren mayores dimensiones que las hembras. En general, miden de 25 a 35 centímetros de longitud y pesan de 500 a 1,100 gramos. Las hembras no suelen pesar más de 750 gramos. Sin embargo, el peso de los machos es diferente en las diversas épocas del año: suben de peso dos meses antes de que comience la temporada de reproducción, acumulándose agua y grasa en las extremidades, pecho, cabeza y hombros.
Los monos ardilla son cuadrúpedos, es decir, se mueven por medio de las 4 extremidades. La cola es larga, las uñas son planas y poseen dedos curvos con garras. Su pequeño cuerpo está cubierto con una capa de pelo corto de color naranja amarillento en el dorso y las extremidades, y negro o marrón oscuro en la zona de los hombros. El rostro es blanco o de un color claro, pero la región alrededor de la boca y la parte superior de la cabeza son negras.
Distribución y hábitat
Todos los monos ardilla están distribuidos a través de Centroamérica y América del Sur hasta Brasil, pero cada especie tiene un rango de distribución particular. El mono ardilla de América central vive en Panamá y Costa Rica; el mono ardilla común se halla en Ecuador, Venezuela, Brasil, Colombia, Surinam, Guyana y Guayana Francesa; el mono ardilla de Geoffroy vive solamente en Brasil; el mono ardilla boliviano se encuentra en Brasil, Perú y Bolivia; y por su parte, el mono ardilla de Vanzolini tiene a Brasil como único hogar natural.
Todo hábitat debe reunir los siguientes requisitos para ser hogar de los monos ardilla: fuentes de agua, vegetación espesa, numerosos árboles y abundancia de alimento.
Sus hábitats principales son los bosques tropicales de tierras bajas, y pueden sobrevivir perfectamente en los bosques secundarios (bosques que han sido regenerados después de una tala parcial o total) y en zonas de cultivo. Pero todo hábitat debe reunir los siguientes requisitos para ser hogar de los monos ardilla: tener fuentes de agua abundante, poseer vegetación espesa y gran cantidad de árboles y, por supuesto, abundancia de comida. Muchos de los hábitats ocurren a lo largo de los ríos y los arroyos. Como son mayormente arborícolas, se mantienen en las copas de los árboles.
Alimentación
En general, se considera que los monos ardilla son omnívoros pues son capaces de integrar a su dieta tanto frutas como insectos, normalmente saltamontes y orugas. Otros alimentos comunes son las hojas, las flores, las semillas, los brotes, los frutos secos, el néctar, las arañas y los huevos de aves. Algunas veces consume vertebrados de pequeño tamaño, como murciélagos y aves.
La captura de insectos o vertebrados no tiene nada que ver con las cacerías de animales más grandes. Estos monos prefieren atrapar aquellos que se encuentran posados sobre una superficie como una hoja; antes de que sus presas puedan darse cuenta, hacen una rápida y discreta captura.
La dieta varía a lo largo del año, en función de la abundancia de alimento que se halla en su hábitat natural.
Comportamiento
Pueden moverse de un árbol a otro casi en total silencio.
Son especies diurnas que pasan la mayor parte de su tiempo sobre lo más alto de los árboles, y se mueven de un árbol a otro casi en total silencio. Forman grupos usualmente pequeños, que consisten en muchos machos y hembras junto con las respectivas crías. El número de miembros de una agrupación puede ser tan pequeño como 12 o tan grande como 100, pero se han registrado grupos de hasta 500 monos.
El número de miembros de una agrupación puede ser tan pequeño como 12 o tan grande como 100, pero se han registrado grupos de hasta 500 monos
Cada grupo puede separarse en otros de menor número, consistentes en solo madres y crías, solo machos o solo individuos jóvenes. Para comunicarse hacen uso de diversos tipos de llamadas vocales y de marcas de olor. Ante la cercanía de un depredador, emiten sonidos que advierten el peligro a los demás.
Reproducción
Curiosamente, mientras más gruesos son los machos, más atractivos parecen a las hembras; he ahí la razón de su aumento de peso antes de la temporada de apareamiento. En dichas ocasiones los machos se introducen en los grupos de las hembras para buscar una disponible. Ellos alcanzan su madurez sexual en torno a los 3.5-4 años de edad, pero ellas lo hacen a los 2 o 2 años y medio.
Por lo regular, una hembra da a luz una sola cría en temporada de lluvias después de un período de gestación de unos 6 meses o 150-170 días. La madre se encarga del cuidado de su retoño y lo amamanta durante varios meses.
Amenaza y conservación
De todas las especies, 2 están en la categoría “Vulnerable” (Saimiri oerstedii y Saimiri vanzolinii), 1 en “Casi Amenazado” (Saimiri ustus) y las 2 restantes en “Preocupación Menor” de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Son animales relativamente comunes, pero endebles ante la deforestación masiva, la captura para ofrecerlos como mascota o como parte de investigaciones médicas y la pérdida de hábitat a causa de la tala y la agricultura. El lado positivo es que muchos se localizan en zonas naturales protegidas y su comercio está regulado por la CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres).